Tras la alarma generada entre los vecinos después de conocer que se iba a instalar una granja porcina en las inmediaciones de la pedanía mazarronera de La Atalaya, el consistorio ha decidido paralizar la obra. Según el alcalde Gaspar Miras, "la obra carece de licencia urbanística al encontrarse en una zona cercana a las viviendas de la citada pedanía".
Hasta el momento sólo se están llevando a cabo movimientos de tierra en la parcela en cuenstión, en la que está proyectado una granja de cerdos para 2.000 cabezas. La propietaria sostiene que su proyecto se encuentra a mas de un kilómetro del núcleo urbano de la pedanía.