Los cerca de 350
fallecidos en 2016 por causas relacionadas con el exceso de velocidad ha hecho
que la Dirección General de Tráfico (DGT) lance una nueva campaña de
concienciación y vigilancia de la velocidad en carretera.
El fin de esta campaña es concienciar a la población para que respeten los límites de velocidad establecidos es esencial para reducir la siniestralidad, la Dirección General de Tráfico comienza hoy una nueva campaña de concienciación y vigilancia de la velocidad en carretera que se prolongará hasta el domingo 22 de abril. Esta campaña se hace de forma simultánea en casi una treintena de países que integran la Organización Internacional de Policías de Tráfico, de la que es miembro, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.
Además, como suele ser habitual, la DGT ha invitado a los ayuntamientos a sumarse a la misma de modo que también en las vías urbanas se realice esta labor de concienciación y control de la velocidad, teniendo en cuenta que en las ciudades, los peatones son los usuarios que más fallecidos registran y la velocidad la principal causa de ellos.
REDUCCIÓN DE LA VELOCIDAD
La Dirección General de Tráfico va a incluir en la nueva Ley de Tráfico, Circulación de Vehículos a motor y Seguridad vial una reducción genérica de la velocidad en carreteras convencionales.
Según Gregorio Serrano, director de la DGT “la idea es que la totalidad de estas vías tengan un límite de velocidad de 90 km/h, límite que los titulares de estas vías podrían elevar a los niveles que consideraran razonables, atendiendo a la conservación y trazado de la misma”. “La evidencia científica y los accidentes que cada día se producen en nuestras carreteras nos llevan a reducir la velocidad como medida necesaria si queremos reducir la siniestralidad y el dolor de miles de familias”.
Según diversos estudios, una disminución del 1% de la velocidad media de una carretera, produce una reducción del 4% en las colisiones mortales (Nilsson). Por su parte Elvik mostró que reducir 10 km/h el límite de velocidad implica una rebaja de 2,5 km/h en la velocidad media. Teniendo en cuenta ambos autores, se podría afirmar que rebajar 10 km/h el límite de velocidad implicaría una disminución de la mortalidad en torno al 10%.