Hay productos que por su trascendencia, su impronta y su
popularidad han traspasado su objeto para convertirse ellos mismos, su nombre,
en el producto que representaban. Esto que académicamente se denomina metonimia
es lo que vino a suceder con el producto que traemos a estas desde los años
veinte del siglo pasado, el popular Zotal, símbolo de limpieza y desinfección.
Constituida en diciembre de 1905, la Cámara Agrícola de
Mazarrón fue un organismo que intentó dinamizar la actividad agrícola de los
labradores mazarroneros, auspiciando el asociacionismo, la cobertura mutual y
el progreso y desarrollo agrícola. Durante muchos años fue su director el
siempre sorprendente Félix Rubio Macías, ex-guardia civil, administrador de la mina
Talía, concejal, ingeniero agrícola,
presidente del triángulo masónico “Francos Caballeros”, de los Exploradores de España y muchas otras cosas
más. De su dilatada vida y trayectoria se podían escribir muchas páginas pues
este hombre sorprendente y muy apegado a esta tierra a la que llegó desde su
Fuente de Cantos natal, se implicó en la vida mazarronera y siempre estuvo en
cuantas ocasiones se le presentaron de destacar. También, y seguramente ahí
está la clave, era propietario agrícola, con una hermosa finca en el Alamillo y
otra en Barqueros, ostentando además la representación local de la firma Zotal,
que le había también distinguido a él con una hermosa medalla que lucía ufano
en cuantas ocasiones se presentaban. Rubio escribiría un pequeño libro titulado
“Consejo a los labradores”, donde daba consejos para mejorar cosechas, limpiar
arbolado y evitar plagas y enfermedades en los animales y sus usuarios. Gran
parte de las fórmulas se basaban en la utilización a discreción de Zotal, bien
en uso directo bien diluido en varias soluciones, amén de venderse como popular
medicamento contra herpes, sarnas, sarpullidos y otras invasiones cutáneas. Fue, pues, de nuevo la mano de Rubio Macías la
que, de acuerdo con sus asociados locales, decidió premiar al laboratorio
sevillano, que respondería a la distinción destacando sobre manera la gran Cruz
que la Cámara Agrícola de Mazarrón había tenido el honor de entregarle. Y desde
aproximadamente 1920 los botes azules del Zotal han mostrado a lo largo y ancho
del país, el nombre de nuestro pueblo, tal y como sigue ostentando a día de
hoy, uniéndolo a la memoria sentimental de un tiempo y de un país.