Son muchos los atrevidos a escribir al respecto de esta tragedia. Se sabe perfectamente la fecha e incluso la hora de la colisión, también quien fue a auxiliar y quien no. Lo que no se sabe con certeza es cuantas personas viajaban en ese barco. Resulta muy difícil establecer el número exacto de personas que se encontraban a esa hora ese fatídico día embarcadas en el Sirio. Fundamentalmente por el número impreciso de emigrantes que de forma ilegal viajaban a bordo del vapor italiano.
Según las cifras que manejaba la sociedad aseguradora del barco, los pasajeros
eran 892, de las que fueron salvadas 669, y por tanto el número de víctimas
sería de 223. Aunque estudios realizados por distintos historiadores pueden
cifrar un pasaje de 1000 personas, pudiendo morir la mitad en el naufragio. Este
quizás sea el gran misterio del Sirio,
ya que si sumamos los cadáveres rescatados y los supervivientes, las cifras superarían
a las oficiales.
Debido a la proximidad de numerosas embarcaciones a la hora del naufragio, muchas de ellas acudieron en socorro arriesgando su propia seguridad. Otras por su parte no prestaron ayuda, mas que reprochable en aquellas circunstancias. Desde aquí destacar la ayuda del Pailebote “Joven Miguel”, que al mando de Vicente Buigues, que venía de Valencia dirección Cartagena, no dudó en colaborar en el salvamento. La heroica acción de este marino lo llevó a realizar un abordaje incontrolado de su barco para poder salvar entre 400 y 450 personas por medio de cuerdas y tablas que hicieron de improvisados puentes para deslizar a los náufragos a su barco. Con su barco abarrotado de gente, puso rumbo a Cabo de Palos lo que constituyó el episodio más heroico de este salvamento.